Chorrillos es un distrito de la provincia de Lima en Perú y parte de la ciudad de Lima. Toma su nombre de la palabra en español para “chorro de agua”. Está ubicada a un costado de Barranco sobre la línea costera de Lima y tiene diferentes áreas de playa sobre el océano Pacífico.
Playa Pescadores es una pequeña playa pesquera muy activa, un lugar muy interesante para pasar algunas horas observando a la gente y disfrutando del atardecer. A la orilla del mar puedes comprar ceviche fresco (El platillo tradicional peruano hecho a base de pescado crudo marinado en jugo de limón y chile). En el muelle chico se puede ir a pescar cangrejos y pescados pequeños o tomar un paseo en bote por la costa de Chorrillos. Desde ese lado de Chorrillos se puede disfrutar de la vista panorámica de la bahía de Lima, abarcando desde Barranco, Miraflores y mas allá. En días claros, a la distancia se puede ver La Punta y la isla de San Lorenzo en el distrito de Callao.
Justo a un lado de Playa Pescadores hay una exclusiva playa privada con club deportivo llamada Regatas. Es uno de los clubes deportivos más exclusivos en Lima el cual atrae la los peruanos mas ricos y famosos quienes acuden ahí a hacer ejercicio, asolearse y relajarse.
A la vuelta de la bahía se tiene la pequeña y alejada playa de La Herradura la cual fue un lujoso centro vacacional en el siglo XIX. Ahora en la playa hay varios restaurantes donde se puede disfrutar de la cocina tradicional peruana mientras se disfruta el atardecer. Esta playa también alberga uno de los mejores lugares para el surf en Lima. La marea necesita crecer para funcionar como debe y ha sido lugar para muchas competencias internacionales de surf.
En el camino entre el malecón de Chorrillos y La Herradura se pasa frente a la saliente rocosa El salto del fraile. Aquí se localiza un restaurante con el mismo nombre proveniente de una leyenda de amor prohibido que tiene un trágico final. La leyenda involucra un amor joven que resulta en embarazo y al joven hombre siendo enviado a un monasterio y obligado a convertirse en fraile para el perdón de sus pecados. En estos tiempos se pueden encontrar a los locales recreando la leyenda. Hombres de la localidad se visten como monjes y se tiran desde el precipicio al peligroso mar. He escuchado rumores de que al menos un hombre ha muerto intentando este clavado. Un lugar fascinante sin embargo. Trataré de regresar en las siguientes semanas para capturar más saltos.
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